En estos momentos, la creatividad es más necesaria que
nunca y no sólo para las empresas, también para nosotros y nosotras ciudadanos
y ciudadanas de a pie.
Pero antes de nada, ¿Qué es la creatividad?
Según la Real Academia de la Lengua Española, como la facultad de crear y la capacidad de creación.
Existen muchas más definiciones, he aquí algunas de
ellas:
La creatividad es la habilidad que, ante una
situación concreta, permite elaborar respuestas alternativas, originales,
novedosas y poco convencionales.
La creatividad,
pensamiento original, imaginación constructiva, pensamiento divergente o
pensamiento creativo, es la generación de nuevas ideas o conceptos, o de nuevas
asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que habitualmente producen
soluciones originales.
La
chispa que enciende una idea.
La
capacidad para conectar cosas aparentemente no conectadas
La
creatividad es la capacidad de producir cosas nuevas y valiosas”..
Ken Robinson[1],
dice que, La creatividad es el proceso de
tener ideas originales que tienen valor.
Estas podrían ser algunas de las definiciones con las
que nos podemos encontrar.
Hoy la creatividad ya no es un don divino como se creía hace poco. La creatividad es una habilidad inherente al ser humano.
Todos y todas pues, somos potencialmente creativos-as.
Cierto debe ser esto último cuando la humanidad no sólo se extinguió sino que evolucionó a pesar de todas las circunstancias adversas,
hasta llegar hasta aquí.
El medio en el que dio sus primeros pasos no se lo puso
nada fácil. Su herramienta más valiosa fue su creatividad. En la adversidad encontró
las soluciones acertadas y siguió, como si tal cosa, su camino.
Siguiendo la definición de Ken Robinson, los resultados
que obtenemos a través de la creatividad van a aportar valor; valor para nosotros-as
mismos-as en todos los aspectos de nuestra vida-relaciones familiares,
sociales, laborales-, para la sociedad en general y para las empresas en las que
trabajamos.
Quizás las mismas empresas lo sepan ya, quizás lo
intuyan pero lo que necesitan en sus plantillas son trabajadores y trabajadoras
que practiquen la creatividad.
La contabilidad es muy necesaria, elaborar contratos
también, el archivo y el control de pedidos, también, el etcétera también, pero
hoy no es suficiente. Además algunas de
ellas son tareas cubiertas por el software.
Hoy se necesitan personas que ayuden a buscar todas las
soluciones posibles a un problema. En un mundo globalizado en el que el entorno
web juega un papel fundamental, las oportunidades de negocio se multiplican. Se
necesitan personas que sepan abrir caminos.
En nuestra búsqueda activa de empleo, también
necesitamos la creatividad. Salirnos de la norma impuesta, explorar e incorporar
nuevos caminos en su búsqueda, tomar cierta distancia con los rígidos formatos
tradicionales-currículos, cartas de presentación, la forma de abordar la
entrevista de trabajo...y buscar lo original. Esta puede ser una forma de atraer la atención, de sobresalir,
entre tanta competencia.
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Los relojes blandos de Salvador Dalí. Pintado en 1931 |
[1] Ken Robinson es un
experto internacional en el desarrollo de creatividad, innovación y recursos
humanos aplicados al mundo de los negocios.
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