El concepto atiende tanto
a cuestiones laborales como extra laborales precisamente porque la meta de
fondo es que mejoren las condiciones de vida de todas las personas.
Siguiendo la definición de la OIT, las dimensiones del Trabajo Decente, se refieren a:
• Oportunidades de trabajo
productivo: expresa la necesidad de que todas las personas que quieren
trabajar puedan efectivamente encontrar un empleo dependiente o independiente
que les permita alcanzar un nivel de bienestar aceptable.
• Trabajo en condiciones de libertad:
subraya el hecho que el trabajo debería ser libremente elegido y no llevado a
cabo bajo condiciones forzosas.
Significa además que las y los trabajadores tienen el derecho
de participar en las actividades de los organismos sindicales, es decir de
tener voz y representación.
• Trabajo en condiciones de equidad: significa que
es necesario que las personas trabajadoras sean tratadas de manera justa y
equitativa, sin discriminaciones y permitiendo conciliar el trabajo con la
familia.
· Trabajo en condiciones de
seguridad: se refiere a la necesidad de proteger la salud de
los/as trabajadores/as, así como proveerles pensiones y protección social adecuadas.
• Trabajo en condiciones de dignidad:
requiere que todas las personas trabajadoras sean tratadas con respeto y puedan
participar en las decisiones relativas a las condiciones laborales.
Todas estas necesidades y
aspiraciones están interrelacionadas y está demostrado que existe un círculo
virtuoso entre la calidad del trabajo y la calidad de vida.
También se sabe que la
protección social, el diálogo social y el reconocimiento de los derechos
fundamentales en el trabajo interactúan de forma positiva con la calidad del
empleo y la generación de ingresos, mientras que la desigualdad afecta la
calidad de vida de la gente, aumentando la pobreza y obstaculizando las mejoras
en educación y salud.
Diferentes estudios han demostrado que un empleado/empleada motivada es más productivo.
ResponderEliminarEs cuestión simplemente de aplicar criterios empresariales y como empresaria quiero lo mejor para mi empresa.
Por lo tanto, si en mi planificación esta el desarrollo empresarial, con los consecuentes beneficios que ello genera, no puedo nunca olvidar las condiciones de trabajo y con ello reivindicar un trabajo digno para todos, empresarios y trabajadores.
Para finalizar retomo la conclusión expuesta en el artículo anterior: “…En conclusión un trabajo decente, es aquel que nos permite satisfacer necesidades materiales (alimentación, salud, vivienda seguridad, descanso), necesidades culturales y sociales (educación, cultura, actividades de ocio, relaciones de amistades), de reconocimiento y autorrealización (confianza, respeto, satisfacción con la vida y los logros alcanzados)”