Observemos a la persona que detecta que la empresa necesita un puesto de trabajo y describe cuáles son los requisitos debe reunir la persona que lo desempeñe.
Veamos algunas
de las excusas o falacias que esgrimirá para no contratar a una mujer:
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No seleccionamos a mujeres porque hay
clientes o usuarios que están acostumbrados a tratar con hombres.
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Las
mujeres se desenvuelven peor en los puestos de almacén.
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A
las mujeres no se le dan las bien las
máquinas.
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Los
puestos de venta se les dan mejor a los hombres porque son más agresivos.
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Las
mujeres no tienen carácter para dirigir grupos.
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Los hombres aguantan mejor los
momentos de tensión o duros que las mujeres.
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Los
hombres están disponibles siempre y las veinticuatro horas para la empresa. Por
el contrario las mujeres dan prioridad al cuidado de la familia, el hogar, los
hijos e hijas.
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La maternidad supone absentismo
laboral.
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